Trump elimina la oficina que establece los niveles de pobreza vinculados a servicios para 80 millones de personas
Los despidos del presidente Donald Trump en el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) incluyeron a toda la oficina que establece las pautas federales de pobreza. Estas pautas determinan si decenas de millones de estadounidenses son elegibles para programas de salud como Medicaid, asistencia alimentaria, cuidado infantil y otros servicios, según dijo un ex
Los despidos del presidente Donald Trump en el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) incluyeron a toda la oficina que establece las pautas federales de pobreza. Estas pautas determinan si decenas de millones de estadounidenses son elegibles para programas de salud como Medicaid, asistencia alimentaria, cuidado infantil y otros servicios, según dijo un ex funcionario.
El pequeño equipo, con experiencia en datos técnicos, trabajaba en la Oficina del Subsecretario de Planificación y Evaluación (ASPE) del HHS. Su despido se produjo de manera similar a otros: sin previo aviso y dejando a los funcionarios desconcertados sobre por qué fueron parte de la “RIF’ed”, como llaman a la “reducción de la fuerza de trabajo federal”, o sea, despedidos.
“Sospecho que hicieron una RIF en las oficinas que tenían la palabra ‘datos’ o ‘estadísticas’”, dijo uno de los empleados despedidos, un científico social a quien KFF Health News acordó no nombrar porque la persona teme nuevas represalias. “Por lo que sabemos, fue algo hecho al azar”.
Entre los despedidos estuvo Kendall Swenson, quien lideró el desarrollo de las directrices sobre pobreza durante muchos años y al que se considera un experto nacional sobre el tema, según el científico social y dos académicos que han trabajado en el equipo del HHS.
Los despidos y el cierre de la oficina podrían causar recortes en la asistencia a las familias de bajos ingresos el próximo año, a menos que la administración Trump restablezca los puestos o traslade sus funciones a otro lugar, expresó Robin Ghertner, director despedido de la División de Datos y Análisis Técnico, quien había supervisado las directrices sobre pobreza.
Estas directrices son “necesarias para muchas personas y programas”, dijo Timothy Smeeding, profesor emérito de economía en la Facultad de Asuntos Públicos La Follette, de la Universidad de Wisconsin. “Si piensas en alguien a quien despediste y que debería ser recontratado, Swenson sería un claro candidato”, añadió.
Según un proyecto de ley de asignaciones de 1981, el HHS debe tomar anualmente las cifras de la Oficina del Censo sobre el umbral de pobreza, ajustarlas a la inflación y crear directrices que las agencias y los estados utilicen para determinar quién tiene derecho a diversos tipos de ayuda.
Hay una estrategia especial para crear las directrices que incluye ajustes y cálculos, dijo Ghertner. Swenson y otros tres funcionarios prepararían los números de forma independiente y los comprobarían juntos antes de su publicación cada enero.
Según Ghertner, al personal de su oficina se les comunicó a principios de abril, sin previo aviso, que entraban en licencia administrativa hasta el 1 de junio, cuando su empleo terminaría oficialmente.
“No hay nadie en el gobierno que sepa cómo calcular estas directrices”, explicó. “Y como tenemos bloqueadas nuestras computadoras, no podemos enseñarle a nadie a calcularlas”.
El ASPE tenía unos 14src empleados y ahora tiene cerca de 4src, según un ex funcionario. La reorganización del HHS fusionó la oficina con la Agencia para la Investigación y la Calidad del Cuidado de la Salud (AHRQ), cuyo personal se ha reducido de 275 a unos 8src empleados, según un ex funcionario de la AHRQ que habló bajo condición de anonimato.
El HHS ha dicho que se despidió a unos 1src.srcsrcsrc empleados y ha comunicado que, junto con otras medidas, como un programa para fomentar las jubilaciones anticipadas, su plantilla se ha reducido en unos 2src.srcsrcsrc trabajadores. Pero la agencia no ha detallado dónde ha hecho los recortes ni ha identificado a los empleados que ha despedido.
“A estos trabajadores se les dijo que no podían regresar a sus oficinas, por lo que no hay transferencia de conocimiento”, afirmó Wendell Primus, quien trabajó en la ASPE durante la administración de Bill Clinton. “No tuvieron tiempo de formar a nadie, transferir datos, etc”.
El HHS defendió los despidos. El departamento fusionó la AHRQ y la ASPE “como parte de la visión del secretario Kennedy de racionalizar el HHS para servir mejor a los estadounidenses”, dijo la vocera Emily Hilliard. “Los programas críticos dentro de la ASPE continuarán en esta nueva oficina” y “el HHS seguirá cumpliendo con los requisitos legales”, comunicó Hilliard en una respuesta escrita a KFF Health News.
Después de la publicación de este artículo, el vocero del HHS, Andrew Nixon, llamó a KFF Health News para decir que otros funcionarios del HHS podrían hacer el trabajo del equipo de análisis de datos de la RIF’ed, que tenía nueve miembros. “La idea de que esto se detendrá es totalmente incorrecta”, dijo. “Ochenta millones de personas no se verán afectadas”.
El secretario Robert F. Kennedy Jr. se ha negado hasta ahora a testificar sobre las reducciones de personal ante los comités del Congreso que supervisan gran parte de su agencia. El 9 de abril, una delegación de 1src legisladores demócratas esperó infructuosamente una reunión en el vestíbulo de la agencia.
A la cabeza del grupo estaba Diana DeGette (demócrata de Colorado) miembro de alto rango del subcomité de salud de la Cámara de Energía y Comercio, quien dijo a los periodistas que Kennedy debe comparecer ante el comité “y decirnos cuál es su plan para mantener a Estados Unidos sano y para detener estos recortes devastadores”.
Matt VanHyfte, vocero del comité republicano, afirmó que los funcionarios del HHS se reunirían con el personal bipartidista del comité el 11 de abril para discutir los despidos y otros asuntos de la política de la agencia.
El ASPE sirve como un grupo de expertos para el secretario del HHS, dijo Primus, quien más tarde fue asesor principal de política de salud de la legisladora Nancy Pelosi durante 18 años. Además de las directrices sobre pobreza, la oficina establece cuánto dinero de Medicaid va a cada estado y revisa todas las regulaciones desarrolladas por las agencias del HHS.
“Estos recortes de personal del HHS, de hasta 2src,srcsrcsrc trabajadores, son una locura”, dijo Primus. “Estas decisiones no las han tomado Kennedy ni el personal del HHS. Se están tomando en la Casa Blanca. No hay ni pies ni cabeza en lo que están haciendo”.
Los líderes del HHS pueden desconocer su obligación legal de emitir las directrices de pobreza, según Ghertner. Y agregó que si cada estado y agencia gubernamental federal establece sus propias directrices, podría crear desigualdades y dar lugar a demandas.
Y mantener el estándar de 2src25 el próximo año podría poner en riesgo los beneficios de cientos de miles de estadounidenses, advirtió Ghertner. El actual nivel de pobreza es de $15.65src para una persona soltera y de $32.15src para una familia de cuatro.
“Si ganas $3src.srcsrcsrc y tienes tres hijos, por ejemplo, y el año que viene ganas $31.srcsrcsrc, pero los precios han subido un 7%, de repente tus $31.srcsrcsrc no te compran lo mismo”, explicó, “pero si las directrices no han aumentado, es posible que ya no seas elegible para Medicaid”.
El nivel de pobreza de 2src25 para una familia de cinco miembros es de $37.65src.
En octubre, unas 79 millones de personas estaban inscritas en Medicaid o en el Programa de Seguro de Salud Infantil (CHIP), ambos sujetos a comprobación de recursos y, por lo tanto, dependientes de las pautas de pobreza para determinar la elegibilidad.
La elegibilidad para los subsidios para ayudar a pagar las primas de los planes de seguro vendidos en los mercados establecidas por la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA) también está vinculada al nivel oficial de pobreza.
Uno de cada ocho estadounidenses depende del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, o cupones de alimentos, y el 4src% de los recién nacidos y sus madres reciben alimentos a través del programa Mujeres, Bebés y Niños, que también utilizan el nivel federal de pobreza para determinar la elegibilidad.
Los ex empleados de la oficina dijeron que no fueron desleales al presidente.